jueves, 5 de junio de 2008

Vuelta al Cole

Hoy he ido a ver a Don Segundo al cole, Aranda le habló de nuestra cena y nos pusimos en contacto,...hemos estado 2 horas hablando, la verdad que es un tío dpm, para mí ,uno de los mejores profesores que he tenido, se acuerda de casi todos.
Llegué sobre las 10 de la mañana, aparqué junto a la puerta. Me vino el primer recuerdo, ahora el colegio esta rodeado por una solida valla, con una puerta de hierro y portero automático. Antes era una alambrada que se curvaba en la mayoría de tramos soportando el peso de nuestras travesuras. Al entrar una escalinata sustituye a nuestra querida rampa. El despacho del director, está justo donde se situaba la clase de 8º, una pequeña antesala que hace las veces de recepción se antepone a la puerta donde reza "Director", la puerta estaba abierta así que me encaminé hacia dentro, Don Segundo estaba sentado hablando por teléfono así que decidí esperar fuera, apoyado en la mesa y contemplando a un chaval de unos 12 años, que nervioso también esperaba:
- ¿Como te llamas? le pregunté.
- Me llamo Hector, pero me llaman "H".
- ¿Y tú que haces aquí? me preguntó.
- Yo soy exalumno de este colegio, estuve aquí hace 26 años.
- "Joder" respondió.
En seguida salió Don Segundo, H se me adelantó y le pidió una cartulina al "Dire".
Entré en el despacho, de uno 12 m2, practicamente cubierto de estanterías, todas llenas de incontables archivadores, libros y trofeos (ninguno nuestro, jeje).
Se conserva bien, ya son 60 tacos y el tiempo no perdona a nadie, su pelo escasea y se ha vuelto totalmente gris. También lucía un incipiente barrigita y sus gafas denotaban el cansancio en su mirada. Me saludo como el que saluda a alguien que ha visto ayer. Su calor y cariño me facilitaron las cosas. Depués de las preguntas clásicas sobre la familia y la salud, pasamos directamente al grano. Nos había conseguido las listas de las actas de los cursos 6º y 8º de nuestra clase, como son documentos oficiales, hizo fotocopias y recortó las calificaciones, entregándome únicamente la lista de nombres. Abusando de su paciencia y poniendo a prueba su memoria, le pedí las listas de 4º de EGB, ya que algunos de los que están en la foto del zoo, ya no siguieron en 5º. (No las voy a publicar).
Mientras leíamos las lista, entro en el despacho una profesora, ya mayor, bajita, con melena rubia teñida y con expresión amigable, me miró y me identificó, era Doña Pilar, la mujer del malogrado Don Pedro, me besó y me pregunto por muchos de nosotros. Le hablé de todos los que pude, de los que sabía algo, se alegró mucho, me pidió que os diría recuerdos para todos, porque aunque ya ha dado clase a unos cuantos cientos de niños, se acuerda de todos sus alumnos. Según terminaba la conversación, entro Lucía, la conserje del cole, yo creo que sigue igual, esta si que se acuerda de todos nosotros, me habló de nuestras diabluras, del ojo de la directora, de cuando desapareció el postre del comedor, de la silicona de las cerraduras....Me dijo que estaban preparando una fiesta sorpresa para despedir a Doña Pilar, y que les gustaría que asistiéramos todos lo que podamos.
Don Segundo, nos recuerda como un grupo bueno, dice que para nada fuimos problemáticos. Yo no sé si es el Alzeimer o es que el tiempo todo lo cura. El caso es que me hablo de nosotros con mucho cariño, se acordaba de anécdotas, como cuando soltamos un pato en clase, que según él trajo Pinto, ya no lo confirmarás Jesús. También hablamos de la clase de disección de las ranas. (Fue Moya el que nos instruyó en su caza en el arroyo junto a la Poza, creo que no quedó ni una). La verdad es que la disección se nos fue de las manos, los más bestias le metieron una pajita a la pobre rana por detrás y soplaban hasta que la rana explotaba. Desde entonces no hay autopsia animales en el Divino Maestro (dejo un par de minutos de escribir, me parto).
Hablamos de los compañeros que se fueron para siempre, de los problemática de la época de cambios que vivimos. Pasamos nuestra infancia entre una dictadura, una transición y golpe de estado, viviendo en un mundo de hadas en aquel refugio, mientras la sociedad convulsionaba cada día, joder (como diría H) que bonita es la niñez.
Ahora los niños ya no juegan al rescate, ni al churro, ni a la comba, ahora la consola y el móvil absorben su tiempo. Ya no dan clases de Pretecnología (que nombre más bonito) ahora tienen laboratorio de Informática. Eso sí, una cosa no ha cambiado, el balón sigue siendo el rey del patio.
Hubo tiempo para pasar lista a los profesores que tuvimos, Doña Julita y Doña Conchita, siguen vivas y coleando. Lucía me confirmó que son tías de Alicia Senovilla, la de la tele. Don Pedro, murió. Don Segundo se emocionó al recordar como en Junio de ese año, Don Pedro iba marcando en un calendario los días que le quedaban para jubilarse. El 30 de Junio el último día de clase, fue al médico y le confirmo que tenía un cáncer terminal, murió el día 8 de Agosto….También me confirmo la muerte de Doña Eloína y Doña Marina.
El que sigue vivo y coleando es Don Luís, se jubiló tras pasar una mala época en el cole y pasa por secundaria, ahora disfruta de su descanso.
Como algunos sabéis, la idea de nuestro reencuentro, no fue la primera. La promoción del 79, se nos adelantó. Casualmente muchos de nosotros tenemos hermanos/as de esa clase (Aragón, Marugan, Delcan, Miranda etc) Don Segundo me propuso que hablásemos con ellos y fundásemos una Asociación de antiguos alumnos. Yo le agradecí la sugerencia, pero sinceramente no me veo con fuerzas de montar un pollo como ese, os dejo el reto ahí, por si alguien se inspira.
La charla fue llegando a su fin, me dijo que no había podido conseguir fotos del colegio antiguo, hubo hace unos años un incendio que acaba con gran parte de la documentación.
Tras despedirnos, salí al patio en pleno recreo, me paré un momento en lo alto de la escalinata y observando el patio, me puse a imaginar como era nuestro patio, los árboles de pan que lo rodeaban, una alambrada agujereada que nos separaba del campo de los Llorente, una vieja canasta atada al árbol de la esquina, el barro del patio los días de lluvia, por un momento casi oigo a Lucía tocando el silbato.
Abandoné el cole al que había vuelto tras 26 años, con el orgullo de ser alumno del colegio más antiguo de Pozuelo, el DIVINO MAESTRO.

ESPERAMOS VUESTRAS COLABORACIONES.

Reunión 2012 (30 años)