Por Miguel A. Ruano
Hola a todos... Yo sólo estuve en el Divino Maestro hasta 1978, por lo que algunos de vosotros no me conocéis. Aquél año nos mudamos a Móstoles, y abandoné nuestro querido colegio, pero, gran parte de mi familia y mis primeros amigos, (los del cole y los del barrio), seguían estando en Pozuelo, por lo que nunca he estado desconectado del todo, al menos, no hasta hace unos 7 años, que me marché un poco más lejos..., huyendo de la locura de Madrid, cogí a mi familia y no paramos de correr hasta que llegamos al fin de la tierra, o, como dirían los romanos, "Finis Terrae", aunque, creo que debido al rebote, aún andamos un poco hacia atrás, y paramos de correr en las Rías Bajas... Villagarcía de Arosa, para ser exactos, (me gusta este pueblo, porque en muchos aspectos es como Pozuelo, sólo que con playa...), como ves Jesús , no hacía falta irse tan lejos, mein freund. Por mi parte, he cambiado, primero los platos (de la disco), por las ruedas del bus, y ahora, la carne con ojos, (pasajeros), por la carne de cerdo, (no os ofendáis...me dedico a la distribución y venta de productos cárnicos, jeje), y tengo un hobby que absorbe gran parte de mi tiempo; la radioafición.. (tengo mucha información en mi web, http://www23.brinkster.com/30mrdj )... Tengo dos hijos, Carlos, de 16, que vive con su madre en Getafe, y fruto de mi actual Y DEFINITIVA ESPOSA, (se que leerá esto), Víctor de 6...Estas líneas no se si a vosotros, pero a mi me sirven como terapia, y quiero usarlas para que sepáis cómo me ha ido la vida desde que nuestros caminos se separaron, y para sentirme a gusto, como en casa, entre vosotros recordando historias como las que habéis comentado...
Recuerdo aquellos tiempos entre el olor de las colonias afrutadas, que nuestras madres debían comprar a granel, a la entrada al cole, el aroma de los donuts, y los tigretones del recreo a media mañana, y el de la cocina del cole, cuando salíamos los que no nos quedábamos..., recuerdo las bufandas y las "catiuscas" del invierno, el otoño tras los cristales de la clase, el sol de primavera invadir las clases, el hastío veraniego, adormilando las tardes a la hora de las "mates", recuerdo nuestras risas, nuestras voces, el crucifijo y la foto de Franco en la pared, las primeras monedas con la cara del Rey..., me acuerdo, como si fuese ayer.. Recuerdo cierta fiesta de fin de curso, recuerdo haber estado ensayando la canción de "Heidy", y la de "Sonrisas y Lágrimas", aquella de "DOn, es nombre de varón..., REs, selvático animal..." y que a la señorita Julita convenció a la dire primero, y luego a mis padres, para que me internaran en un colegio privado para aprender canto..., al que ni unos ni otros convencieron, fue a mi... Elección acertada por otro lado.., con la voz que tengo ahora, hubiese sido dinero perdido, jajaja.
Recuerdo aquellos tiempos entre el olor de las colonias afrutadas, que nuestras madres debían comprar a granel, a la entrada al cole, el aroma de los donuts, y los tigretones del recreo a media mañana, y el de la cocina del cole, cuando salíamos los que no nos quedábamos..., recuerdo las bufandas y las "catiuscas" del invierno, el otoño tras los cristales de la clase, el sol de primavera invadir las clases, el hastío veraniego, adormilando las tardes a la hora de las "mates", recuerdo nuestras risas, nuestras voces, el crucifijo y la foto de Franco en la pared, las primeras monedas con la cara del Rey..., me acuerdo, como si fuese ayer.. Recuerdo cierta fiesta de fin de curso, recuerdo haber estado ensayando la canción de "Heidy", y la de "Sonrisas y Lágrimas", aquella de "DOn, es nombre de varón..., REs, selvático animal..." y que a la señorita Julita convenció a la dire primero, y luego a mis padres, para que me internaran en un colegio privado para aprender canto..., al que ni unos ni otros convencieron, fue a mi... Elección acertada por otro lado.., con la voz que tengo ahora, hubiese sido dinero perdido, jajaja.
Intenté por todos los medios estar presente, pero, como ya sabréis, me fue imposible..., intentaré estar en la próxima.Días antes de la fecha, no podía quitármelo de la cabeza, y estaba en un estado de ansiedad permanente... volver a las raíces siempre me da un vuelco al corazón..., me pasa cuando visito las casas que fueron mi antigua casa, y todo mi cuerpo reconoce aromas, colores, sonido y caras, como algo propio...
Desde Galicia, tierra de hadas y magia, os envío el más sincero de mis abrazos.
Durante la cena, cantamos la dichosa canción. Todavía nos acordabamos.
