domingo, 19 de abril de 2009

La educación de los nuevos españoles

Por Miguel.A.Ruano
Hola "Compis"

Ha llegado a mi correo un artículo de Pérez Reverte que denuncia en voz alta y meridianamente clara, la actual preparación de los jóvenes españoles en materia de educación. Y que culpa directamente a quienes nos gobiernan o nos gobernaron. No deja títere con cabeza, y en confianza, creo que no le falta razón. Tengo dos hijos, uno de 17 años y otro de 9... Carlos, el mayor, se ha criado con su madre, mi anterior esposa, y ha estado lejos de mi influencia. Su preparación, sin ser mala, no es la mejor a la que podría optar, es uno de tantos de esta nueva hornada que chatea y manda SMS´s por doquier, y que, sin maldad, claro, si no debido a este vicio de escribir con menos letras una palabra dada, y que es muy útil, por otro lado para ahorrar espacio cuando no se dispone de muchos caracteres, como en el móvil, o para dar inmediatez a las charlas en los chat, sigue usando esa opción en cualquier medio, con los resultados que todos conocemos. Estos jóvenes adolescentes, tienen una "base de conocimientos" mínima, es como un set de supervivencia, dónde sólo cabe lo justo para ir tirando, fruto de nuestras escuelas, y de las leyes que las regulan. Ahora bien, opino que el entorno es tanto o más importante para el desarrollo de las aptitudes y conocimientos, y que las familias son quienes deben aportar a los chicos todo aquello que la escuela omite. El ejemplo que os pongo es personal. Víctor, mi hijo pequeño, aún educado con los mismos patrones que su hermano Carlos, comprende y asimila mucho mejor los textos, es inquieto y curioso, gracias a que en casa fomentamos esa curiosidad, ahí está la diferencia.

Seguro que todos os habréis oído alguna vez decir aquello de que "Los chavales de hoy no saben nada", "En nuestros tiempos nos enseñaban más cosas" o frases similares. A nosotros como padres de hoy, nos toca hacer el papel de complementos vitamínicos para nuestros hijos. Ya que el futuro está en manos de ellos, vamos a prepararlos lo mejor posible.

A continuación os dejo el artículo mencionado, que seguro, os hará reflexionar. Y tú, qué opinas?

Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en XL-Semanal.


"PERMITIDME TUTEAROS, IMBÉCILES"
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia , la Literatura , la Geografía , el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico» . O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad» , entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms» . Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres» , aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»
Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.

Arturo Pérez Reverte

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